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martes, diciembre 21, 2021

Por un plato de lentejas

 Tal vez no tenga otra razón que la solidaridad compartida por propias experiencias, pero siento una cierta debilidad por los perdedores a sabiendas de que los que triunfan ya tienen con ello  suficiente premio como para merecer, además, halagos. Por eso me arriesgo a ser incomprendido si manifiesto alguna compasión por la persona del llamado “emérito”, término que, si no yerro en su origen etimológico, parece una ironía. Superado ampliamente el año de su marcha –todavía no está claro en qué términos- cunden rumores acerca de su deseo de regresar sin que se sepa quién o qué lo impide.

viernes, noviembre 26, 2021

Galgos o podencos



El fabulista Tomás de Iriarte nos previno del peligro de los debates estériles, casi siempre inoportunos, pero ya se sabe que las fábulas recogen grandes enseñanzas que proclamamos pero no ponemos en práctica. Hace menos de un año coincidíamos en el sueño de llegar con vida al momento en que la ciencia encontrara algún remedio para detener esta pandemia histórica y se pusieron al servicio de la investigación grandes recursos en busca de las ansiadas vacunas como primer paso para detener su avance. Parecía complicado pero no se pudo hacer otra cosa que esperar los frutos del trabajo de los sabios y extremar mientras tanto nuestras precauciones.

viernes, octubre 29, 2021

Dos por uno.


Que seamos sociales no debe ser un capricho de la naturaleza, sino la evidencia de una necesidad que ayuda a superar debilidades y nos asciende en la escala animal. Gracias a ella aprendimos a encadenar esfuerzos y logros, de manera que cada generación aprovechó los descubrimientos de la anterior, convirtiendo la suma en producto a medida que la memoria acumuló aprendizajes. Sin unión seríamos ingenios aislados con escasa capacidad de progreso y hasta un niño entiende que una maroma se hace casi irrompible cuando convoca abrazadas las resistencias de muchos cabos que se tensan a la vez. 

sábado, septiembre 25, 2021

Me preocupa

 


Hay demasiadas cosas que no entiendo y sobre algunas escribo con la esperanza de encontrar respuestas o de merecer la compasión de algún lector dispuesto a instruirme. Me supera la complejidad de otras, como supongo le ocurre a tanta gente, y las aparco en mi zona oscura junto a la teoría de la relatividad con la que mantengo una respetuosa distancia mientras confío en los que saben. También hay cosas que estaría dispuesto a entender si no fuera porque hacerlo me produce una profunda desazón y prefiero el refugio de la duda al desastre de la certeza.    

sábado, agosto 28, 2021

Vae victus...

 


El recurso al latinajo, una vez superado el filtro de la prosa pedante, deja un rastro claro sobre algo tan desprestigiado hoy como la edad o la experiencia, de las que conviene presumir lo justo aunque no se oculten. Efectivamente, estudié un bachiller que incluía dos años de latín como asignatura fundamental, insuficientes para dominar una lengua muerta, pero decisivos para entender un poco mejor la que compartimos cerca de 500 millones de hablantes. Si además se tiene la fortuna de aprender ambas con la misma persona, resulta a veces un sólido ensamblaje que da estructura a la comunicación y el pensamiento para los restos. 

sábado, julio 31, 2021

Todos o ninguno


 Se nos dijo hasta el aburrimiento, tal vez porque no había otra cosa que decir, que de esta crisis salíamos todos juntos o no salía nadie. Pero saber no implica asumir, de la misma forma que memorizar una lista no significa demostrar con hechos que pertenecemos a una especie inteligente. Hay casos en los que la experiencia parece jugar en contra del sentido común, por lo que cuando coinciden el aburrimiento, la prisa y la ilimitada estupidez humana, empiezas a sentirte irremediablemente amenazado por alguna de las múltiples condenas con las que cargamos como grupo social.

miércoles, junio 16, 2021

Más bueno que Dios



No se tome como blasfemia o exabrupto lo que sólo es un atrevido ejercicio de lógica que no corregirá mi obsesión por respetar todo y a todos. Me falta preparación y cintura para enfrentar polémicas que evito, sobre todo, si incluyen dilemas políticos o religiosos, pero vivo en una sociedad afectada por influencias culturales evidentes, así que intento utilizar la materia gris que me va quedando activa y algunas veces escribo lo que no entiendo.

jueves, mayo 20, 2021

Saber irse.

 


Al llegar me encantó, en el más amplio sentido del verbo, lo mismo que debió ocurrirle a mucha gente. Es verdad que la experiencia debiera servirnos para tamizar los resplandores, pero la condición humana no aprende y siempre deja un hueco receptivo a la invasión por el embrujo de la magia, sobre todo si viene envuelto en tus propios lugares comunes y coincide con fijaciones antiguas. Te crees en posesión de un pensamiento maduro pero no te resistes a confundir un mitin con el encanto melodioso de un sermón de las bienaventuranzas.

sábado, abril 24, 2021

En defensa del otro

 


Parece que no fue Voltaire el autor de la frase y quizás tampoco la escribió su biógrafa con la literalidad que se cita, pero doy por cierto que proclamar el derecho que tiene un contrario a expresar sus ideas, incluso estando en desacuerdo con ellas, queda muy bien y añade una pátina democrática al hablante. Llevarlo a la práctica será otro cantar y no hace falta pisar charcos cuando es suficiente observar acontecimientos y opinar lo mínimo. Tampoco hay que poner etiquetas para lo que está a la vista de todos o lo que, aun escondido, se adivina.

sábado, marzo 20, 2021

Nos enseñan a ser violentos

 


Los años dedicados a la enseñanza y la observación del comportamiento humano dejan algún poso de certeza, por poco valor que se le otorgue a la experiencia o al interés por aprender con ella. Por eso, cuando se oye hablar de violencia en las calles, uno recuerda también la de las aulas, en las que podía insinuarse una especie infame, no siempre menor de edad, que compensaba su escasez de habilidades imponiendo la dictadura de la fuerza bruta. Tarea de los responsables era intervenir, evitando que los matones asumieran un método eficaz para sus fines y los demás una forma cobarde de supervivencia. Cualquier ocasión enseña y peor que no enseñar, es hacerlo mal.

sábado, febrero 13, 2021

Sin ser sabio

 


Toca hoy rectificar, lo que no implica otra cosa que el reconocimiento de una evidencia, sin necesidad de aprovechar la ventaja de un refrán que en este caso no se cumple. Había, además, un compromiso adquirido en el primer lance, así que no se trata tanto de sabiduría como de memoria para saldar una deuda adquirida por escrito. El que paga, descansa.

Algún lector quizás recuerde que en mis columnillas de agosto y septiembre pasado, puse más que en duda la prudencia de la autoridad educativa al decidir una vuelta a la normalidad presencial sin apenas otras adaptaciones que buenos consejos obviando una disminución, siquiera temporal, de las ratios que consideré imprescindible para evitar un desastre. Nada que ver con las medidas impuestas a tantas empresas, a las que obligamos a entender que la salud debe prevalecer sobre el negocio, por mucho que para ellas no exista una cosa sin otra. Bien, pues ha pasado medio curso y no se han producido, por ahora y que sepamos, la debacle que temí y posiblemente anunciaba.

viernes, enero 29, 2021

La mayor proeza


Hoy, más que opinar, invito a documentarse a quien quiera disfrutar de una historia que puede enorgullecernos como españoles o, en caso de ser alérgico a lo patrio, como simples humanos capaces de sentir el optimismo ante lo mejor de nuestra especie. La cosa tiene que ver con la viruela, pandemia que azotó a la humanidad desde hace más de 5.000 años, con un saldo incalculable y demoledor: un 30% de mortandad en pacientes, otro tanto de supervivientes con ceguera y, para todos los que enfermaban, lesiones cutáneas muy visibles en el rostro. Por épocas, asolaba zonas del mundo, calculándose que sólo en Europa durante el siglo XVIII segaba la vida de 400.000 personas al año. En América, posiblemente por falta de defensas naturales, producía estragos entre los nativos, de manera que a principios del XIX la situación era desesperada. Hay que recordar que medio continente pertenecía al reino de España, al que pedía ayuda sanitaria con el mismo afán que buscaba independizarse.