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jueves, agosto 13, 2020

La hora de la verdad.

 

Tras el calor y las fiestas de todos los agostos, cada comienzo de curso intenta poner fin al desorden de horarios y costumbres. Será una obviedad decir que el de este año tiene que ser distinto, añadiendo luego lo del “verano atípico”, pero ahí está septiembre. La normalidad que pretenden las administraciones educativas tiene a padres y docentes sumidos en un mar de incertidumbres, por más que en esta crisis hayamos comprobado que se cambian criterios en cuestión de horas y aún quede plazo suficiente para albergar nuevas inquietudes.