Buscar en este blog

domingo, diciembre 13, 2015

El barrio


Sentado frente a un papel en blanco, con la intención de llenarlo de contenido que otros pueden leer, debe ser frecuente asistir a un desfile de ideas, dudas y temores por los que uno se siente asaltado de forma distinta cada poco tiempo.  Si a ello se añade una cierta dosis de vergüenza –y espero que no se me tome como alarde- se puede entrar en tal proceso de arreglos, correcciones y cambios que, cruzados con la actualidad, hacen irreconocible el resultado, de manera que, lo que empezó queriendo ser una proclama, se queda en ramillete de propósitos (cualquiera sabe si despropósitos). De esta forma, mientras preparaba algo sobre el duro trabajo de estudiar, se ha interpuesto la cita electoral a la que estamos convocados en fechas casi coincidentes con la salida de este número.