Hoy se trata de hablar de ellas, de ese tipo de madres que ante una carga de profundidad en lo más hondo de su línea de flotación, son capaces de darnos a todos una lección de amor y valentía. Omito por esta vez el uso del genérico sin ceder a la falsa polémica del sexismo lingüístico ni buscar, sin más, la expresión políticamente correcta. Claro que también hay padres que deben considerarse incluidos, pero la naturaleza conjuga parir en femenino.