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martes, octubre 13, 2015

Ni yo tampoco entiendo

 


Desde hace tiempo llevo en la memoria el poema de Rafael Ballesteros “Ni yo tampoco entiendo…”, del que copio este título, de manera que, cada vez que me encuentro con algo que no encaja en la dosis de lógica que me toca - lo que ocurre con frecuencia y parece que la cosa va en aumento- recurro a esos versos como un desahogo que, si no me ayuda a entender, alivia al menos la contrariedad y las ganas de arreglar lo que tiene mal arreglo. Podría haber titulado esta columna con la expresión parecida “tan poco entiendo” y hubiera servido lo mismo.