No se tome como blasfemia o
exabrupto lo que sólo es un atrevido ejercicio de lógica que no corregirá mi
obsesión por respetar todo y a todos. Me falta preparación y cintura para
enfrentar polémicas que evito, sobre todo, si incluyen dilemas políticos o religiosos,
pero vivo en una sociedad afectada por influencias culturales evidentes, así
que intento utilizar la materia gris que me va quedando activa y algunas veces
escribo lo que no entiendo.