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miércoles, enero 13, 2016

Deberes escolares

Todos, sin excepción, sentimos más cercanos nuestros derechos y aceptamos - mal que bien- algunos deberes, únicamente si son imprescindibles. Dispuestos a exigir, evitamos cualquier obligación, así que son malos tiempos para los deberes escolares cuando sólo estamos dispuestos a tener derechos. Doble sentido aparte, llama la atención con estas mimbres, el debate que se está abriendo paso en la calle y que, inevitablemente, se extiende por las redes sociales.  

Como el tema se presta a la polémica y he respondido de forma privada más de una vez a esta cuestión, bien merece una columna aprovechando el reciente paso de la navidad como ocasión para sufrirlos o disfrutarlos. Evito un corporativismo al que siempre me he supuesto ajeno si afirmo no creer que alguien busque la excelencia en tardes de niños angustiados y dramas familiares por culpa de unas tareas irrealizables y sin final. Posiblemente también esto se pueda arreglar con una buena organización sobre lo que debe ser el trabajo y la necesidad del ocio.