Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora /campos de soledad, mustio collado/fueron un tiempo Itálica famosa…
Durante algún tiempo, este inicio de la Canción a las ruinas de Itálica, de Rodrigo Caro (1573-1647) puso letra a la evidencia de los efectos del abandono, la incuria y la pereza en el patrimonio común. Lamento desesperado ante la irreversible degradación de monumentos y parajes, un mal que viene de lejos y para el que no parece haber remedio.