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sábado, noviembre 11, 2017

La Comunidad

 (fragmento representado de un disparate en clave de farsa…por ahora)

Juez.- ¿Reconoce usted, señor Vecino, haber levantado una pared en el pasillo medianero del  edificio “La Concordia” de Loja, en el que reside, de manera que aísla su vivienda del  resto? 

Vecino.- No exactamente, señoría. Hace más de 30 años, mi padre, anterior propietario del piso, reivindicó la conveniencia de hacer este arreglo que, desde entonces, se nos viene negando con reiteración, a pesar de que lo exigimos de forma pacífica. De hecho, nuestra vivienda, que tiene entrada propia a la calle trasera, se llama “Villa Paz”, lo que da una idea de nuestra actitud.

Juez.-  A ver, a ver…si no estoy mal informado, la entrada de autos es una de las del edificio, que tiene dos alturas y comunica con dos calles distintas. Usted no puede apropiarse de una…

Vecino.- No compartimos nada con esa comunidad que usted dice: pagamos un ascensor que no usamos porque vivimos en el bajo, no subimos a la terraza y el tejado nos queda muy lejos; tampoco necesitamos pisar el resto de plantas. Cuando hizo falta, pintamos nuestra fachada sin pedir nada a nadie, así que no participaré en una derrama por pintura. Llevamos mucho tiempo pagando para que ahora un vecino presuma de coche nuevo y otro compre todos los caprichos a su niña.

Juez.- Oiga, estas cosas se arreglan dialogando entre propietarios y se rigen por los estatutos según la ley de propiedad horizontal…

Vecino.- ¿Dialogando? ¿A mí me va a decir dialogando, señoría? No le he dicho que hace más de treinta años que pedimos de forma pacífica una solución y no nos escuchan? El lacio del presidente, de acuerdo con otros, se limita a decir que si los estatutos… que si él no puede… 

Presidente.- Señoría, protesto por la ofensa. Puedo asegurarle que este vecino se salta todas las normas. Ya ha oído sus argumentos, pero es que el día de San Marcos, aprovechando que estábamos todos en el campo, levantó un muro en medio del portal que nos priva de una de las dos salidas de que dispone el edificio. Está disfrutando el uso exclusivo de un patio común que utiliza como huerto y no reparte un tomate. Finalmente, se niega a pagar la  comunidad…

Vecino.- Claro, como que eres un corrupto y representa a una comunidad corrupta. Si quieres tomates, cómpralos y anda, cuenta al juez que has pagado los arreglos sin IVA, que el vecino del segundo tiene un lío con la del quinto y que te niegas a reconocerme los estatutos de “Villa Paz”. Te pido diálogo una y otra vez y me amenazas con un derribo o judicializando el problema. Esa salida no la utilizaba nadie porque todos salís por la calle principal, que eso de presumir bien que os gusta, con tal de que otro pague vuestros excesos. Pues esto ya se acabó.

Juez.- Señor Vecino, lo que usted dice…a lo mejor merece denuncia en otras instancias, pero aquí estamos tratando de una vulneración de derechos que no puedo consentirle…la ley es la ley para todos…

Vecino.- ¿Señoría también? Me parece que por ese camino tampoco nos vamos a entender. Desde el principio noté que está en contra de unos sentimientos legítimos sin valorar mis continuas ofertas de diálogo...

 

(Nota del autor.- Continuará, pero no sé cómo, ni si me gustará contarlo. Comenzó con hechuras de comedia bufa y por momentos rozó el drama. Ojalá no llegue a tragedia).

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